Preguntas Secundarias

¿Desarrollo del conocimiento en Colombia? 

En las últimas décadas, los avances científicos y tecnológicos han demostrado que el conocimiento es fuente sustancial de riqueza en las economías más dinámicas y competitivas del mundo. A comienzos del siglo XXI estamos frente a un cambio de era que trata de una revolución del conocimiento de dimensiones históricas, en que la creación de riqueza, ya no se centra en el carbón, el hierro o la electricidad, sino en el conocimiento (Aróstica, 2014). Por su parte, el concepto Sociedad del Conocimiento involucra una reorganización del sistema productivo capitalista mundial con implicaciones en los sistemas productivos, laborales, económicos, políticos y culturales de cada país.

¿Según estudios, Colombia es uno de los países más ignorantes del mundo?
La investigación realizada por Ipsos Mori, encuestadora británica, determinó que Colombia es el sexto país más ignorante del mundo, ganándole la posición a países latinoamericanos considerados con alto nivel académico.

El objetivo es determinar el grado de conocimiento promedio. Además, se agregan percepciones de acceso a internet, riqueza de la nación, problemas de obesidad y cuánta inmigración existe. 1500 personas formaron parte de la encuesta. 
"En los 33 países del estudio, la población está muy equivocada", aseguró Bobby Duffy, director general del Instituto de Investigación Social Ipsos Mori.
De acuerdo con las estadísticas, México es el país más ignorante del mundo, seguido de India. En los diez primero lugares se ubican cuatro países latinoamericanos (Brasil, tercer puesto; Perú, cuarto; Colombia, sexto; Bélgica, séptimo; Sudáfrica, octavo; Argentina, noveno; Rusia, décimo).

¿La educación en Colombia es buena?
Entonces, se pregunta uno, oyendo la letanía de los que saben, ¿a qué se debe que la educación colombiana sea mala?

–A varios factores –me contesta el profesor Ramírez Vallejo–. En primer lugar, la baja calidad de los profesores. Parte de ello obedece a que no se puede medir su desempeño porque pertenecen al antiguo estatuto de contratación de maestros estatales, que impide su evaluación.

Salí a averiguar qué diablos es eso. Resulta que en Colombia la carrera de docente oficial, para colegios y universidades, se rige por dos normas distintas: un decreto de 1979, que ya tiene 35 años de viejo, conocido como “el estatuto antiguo”, y la Ley 715 del 2001, “el nuevo estatuto”. Esa ley creó un sistema por el cual al maestro se le paga según su calidad y su desempeño en el trabajo, medidos por evaluaciones periódicas.

–Lo malo –añade Ramírez– es que la gran mayoría de profesores pertenece al estatuto antiguo, anterior al 2001, lo cual impide la evaluación y obliga a que el salario de un maestro no se determine por su capacidad sino por su antigüedad. Es que los viejos profesores no aceptaron que la reforma fuera retroactiva y, en consecuencia, a ellos no se los puede evaluar. Lo más grave es que, según el Consejo Privado de Competitividad, tendremos que esperar 25 años más para que se retire el último de los profesores del estatuto antiguo.

¿Cómo es la educación superior en Colombia?
La distribución de los estudiantes colombianos dentro de los segmentos de competencia en matemáticas del PISA revela que la mayoría de los estudiantes no está alcanzando los niveles adecuados. PISA define seis segmentos de competencia (niveles del 1 al 6), más un segmento adicional que muestra una incapacidad para responder las preguntas más básicas (“Por debajo del nivel 1”). El promedio entre los países de la OCDE demuestra una distribución aproximadamente normal a través de estos segmentos, hay un 10% con desempeño “Por debajo del nivel 1” y un 10% que se desempeña colectiva-mente entre los niveles 5 y 6 (ver Gráfico 2). En cambio, el desempeño de Colombia se inclina en gran medida hacia los segmentos de competencia inferiores. En matemáticas, casi el 75% de los estudiantes colombianos se encuentran entre el nivel 1 y “Por debajo del nivel 1”, y menos del 1% se ubica entre los niveles 5 y 6 (ver Gráfico 2). Una porción alarmante de los estudiantes (45%) está en el segmento “Por debajo del nivel 1”, lo que pone en duda su capacidad para desempeñarse efectivamente dentro del mercado laboral o en los niveles de educación superior, razón por la cual se hace una urgente llamada a la acción entre las instancias normativas colombianas. 

¿Inversiones de la educación en Colombia?

Entre 2010 y 2018 inversión en Educación pasó de $20,8 billones a $37,5 billones y se convirtió en el primer rubro del Presupuesto Nacional.


• La ministra de Educación, Yaneth Giha, presentó ante el Consejo de Ministros los principales logros del sector entre 2012 y 2018, y destacó que es el primer rubro del Presupuesto Nacional.

• Giha indicó que se lograron cinco hitos fundamentales, que son bases sólidas y una hoja de ruta para que el próximo Gobierno siga llevando a Colombia a ser el país mejor educado de América Latina en 2025.

En cuanto al más ambicioso plan de infraestructura educativa que haya tenido el país, el tercer hito, el Ministerio de Educación Nacional diseñó y está ejecutando un plan para la construcción de cerca de 30.700 aulas nuevas y mejoradas en todo el territorio nacional. Hasta el momento, hay más de 24.560 entregadas o en construcción. Este plan busca reducir en un 60 por ciento el déficit de infraestructura educativa y ofrecer espacios dignos a profesores y estudiantes


¿Los pobres tienen acceso al estudio?


Los niños tienen derecho a una educación elemental gratuita de calidad. Reconociendo este derecho, los líderes del mundo han fijado el logro de la educación primaria universal para el año 2015 como uno de los Objetivos de Desarrollo para el Milenio. En 2004, esta meta parece fuera de alcance para muchos de los países pobres. La escolaridad, especialmente en el caso de las niñas, dista de ser universal, y muchos niños abandonan el colegio antes de completar su educación primaria. Muchos niños que sí asisten al colegio reciben una educación inadecuada debido a maestros mal capacitados y mal pagos, aulas superpobladas y una falta de herramientas de la enseñanza elemental como manuales, pizarrones y lapiceras y papel.
El problema de muchos países en desarrollo es que los gobiernos carecen de los recursos financieros o de la voluntad política indispensables para responder a las necesidades educativas de sus ciudadanos. En respuesta, los padres pobres en algunos países de bajos ingresos han organizado y pagado por la educación de sus hijos. Es verdad que las cuotas escolares y otros pagos del usuario constituyen una pesada carga para algunos padres. Pero, en vista de la alternativa –niños que no reciben ninguna educación– dichos pagos del usuario pueden representar una solución, aunque menos que ideal, del problema.
En un mundo ideal, la educación primaria sería universal y financiada públicamente, y todos los niños podrían ir a la escuela más allá de la posibilidad o la voluntad de pagar de los padres. La razón es simple: cuando algún niño no adquiere los conocimientos básicos para actuar como un miembro productivo y responsable de la sociedad, la sociedad en su conjunto –sin hablar del niño individual– pierde. El costo de educar niños es amplia-mente superado por el costo de no educarlos. Los adultos que carecen de los conocimientos básicos tienen mayores dificultades para encontrar empleos bien pagos y para escapar de la pobreza. La educación para las niñas tiene beneficios sociales especialmente sorprendentes: los ingresos son más altos y las tasas de mortalidad materna e infantil son más bajas en el caso de las mujeres educadas, quienes también tienen más libertad personal para realizar elecciones.

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